Graciela Lecube-Chavez
© 2012
-- Hola, mi nombre es Ollita.
El diminutivo me viene bien
porque soy bastante chiquita
pero tan útil como el Sartén.
Llevo muchos años en esta casa
y siempre he sido la preferida
de la dueña, doña Aguamansa,
una dama exigente y presumida.
Sin aviso previo me hizo de lado
porque era mi hora de jubilar,
y con tiempo había comprado
una ollita joven para usar.
¡Patrona desagradecida!
Es cierto que de tanto hervir
y fregar tengo varias heridas
pero no corro peligro de morir.
La vida es así y lo voy a aceptar,
pero cuando ella me necesite
-porque me va a necesitar-
la ayudaré, a ver si se arrepiente.
Comentarios