SORPRESA DE VERANO



Graciela Lecube-Chavez
 
©   2011
 
 
La tibia brisa
arrebató los globos
de las manitas de Marisa.

Ella los vio irse lejos
y cerca del sol brillar
como si fueran espejos.

Los peques en la placita
se unieron a la acción,
revoltosos como mosquitas.

El calor del sol hizo explotar
a los globos y los chicos
a coro empezaron a cantar:

“Qué lindo es jugar
al aire libre en el verano,
sin tener que estudiar”.


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