REMEDIOS CASEROS



 
Graciela Lecube-Chavez
 
©   2012



  
Si ves a tu madre correr del patio
a la cocina agarrándose la cabeza,
abrázala y pregúntale qué le pasa.
--Las hormigas me vuelven loca
y los ratoncitos no se diga, hijito,
estoy poco menos que en un grito.
--Olvídate de unas y de los otros,
yo sé lo que se debe hacer, y eso
lo arreglamos entre nosotros.
--Si como ama de casa hecha y derecha
casi me ahogo en un vaso de agua,
tú sólo te esconderás bajo mis enaguas.
--Perdón, señora, está usted equivocada;
mi abuela-su mamá- me ha enseñado
lo que a usted se le ha olvidado.
--Todo puede lucir como nuevo,
mi mamá -su abuela-jura y perjura,
con lo que nos regala Madre Natura.
--Eso mismo me dijo. “Ellas” huirán
con sólo oler un pepino y “Ellos”,
al oler pimienta, no llegarán a abuelos.
--Tú ves todo color de rosa, hijito mío,
si ahora pareces un sabio sin dientes,
¿qué será cuando te receten lentes?


 
 

Comentarios

Rosa Reyes dijo…
Es verdad lo del pepino y la pimienta?
parece invento pero voy a probar y si
es cierto sigo mirando sus versos.
Sirva o no muchas gracias le doy