Graciela Lecube-Chavez
© 2012
Mantillas, fedoras, bombines,
cascos, peinetones, gorras,
ranchos, capotas, borsalines,
capuchas, galeras, coronas
y capelinas, gorros marineros,
de plástico para usar bajo
la ducha y de caucho para
nadar en el lago, el mar
o la piscina, bandanas,
cofias, velos, babushkas,
boinas, vinchas y tiaras
todos protegen, cubren o
adornan lo que jovencitas,
bebés, niños, caballeros,
damas y tiernas abuelitas
tienen sólo una de distinto
tamaño, que se mantiene
igualita todos los años
hasta que necesita peluca.
¿Qué les falta? Una cabeza,
para que los mencionados
puedan existir; de ahí
la competencia para vivir,
usando materiales de todo
tipo y color, como encaje,
cuero, seda, nilón del bueno,
piel, mezclilla, terciopelo
me atrevo yo a opinar.
Una cabeza en tamaño
chico, mediano o grande.
Una cabeza que no proteste,
dispuesta a cooperar.
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