UNO A LA VEZ


Graciela Lecube-Chavez
 
©  2012

 
Al bajar de la cama
con el pie izquierdo
en la sábana quedé
más que enredado.

Yoyo, mi perrito, saltó
dando grititos hasta
que  despertó a papá
quien vino y me liberó.

Sonreí complacido
porque era domingo
y sin dar un respingo
retomé el sueño perdido.

A la hora desperté
recordando lo pasado
y poniendo cuidado
con el pie derecho pisé.

Comentarios

Anónimo dijo…
gracias a graciela y los bloguitos por publicas los poemas/escritos de esta gran dama que nos hace revivir momentos de la ninez y de hoy. de nuevo gracias, mil gracias desde los cayos de la florida
Anónimo dijo…
excelente