Graciela Lecube-Chavez
© 2012
Del cielo cayó una estrella,
una estrella del cielo cayó,
y con su luz de mil colores
las flores del campo iluminó.
Pájaros, moscas y abejas
se acercaron atraidos por
la intrusa que los estremeció
pero nada diferente hallaron.
La estrella era una criatura
como tantas que se ponen
a llorar a moco tendido
al saber que se han perdido.
Apenados por su situación,
los voladores la rodearon
y a coro le prometieron
que la iban a ayudar.
Y mientras ellos pensaban
cómo lo harían, la estrella
confiada y feliz se quitó
el calzado de luz de luna
y con los pies descalzos
bailó y bailó como ninguna.
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