MI DUEÑA



Graciela Lecube-Chavez

©  2011



Ninguna bandera es
más linda ni hay viento
que la ondee como
el que en lo alto está.

Ella vio cielos sin nubes,
resistió el oleaje del mar
y mantuvo sus colores
con presencia singular.

Yo la admiro, la  quiero,
la respeto y la cubro con
repetidos besos por ser
mi dueña en eternidad.

Con valor la defiendo
a capa y espada y con
orgullo la proclamo
de mi patria, soberana.

Ella es madrastra querida
de muchos y la madre mía
hecha de amor, el que regala
con generosa armonía.

Ella es gigante espejo
que refleja a la juventud,
lista a decirle “Hola
y Adiós”, hasta el ataúd.

Comentarios

NIETO DE VETERANO dijo…
ME GUSTO MUY MUCHO GRACIAS