La casa de Títeres






Un mundo de muñecos



que nunca abandoné.



Caras de espuma, de plástico,



de papel, o de mates.



Ropas que encandilan los



ojos de los niños.



Y llaman su atención.



El telón del pequeño



escenario se abre y nos



muestra a los coloridos



títeres.



Con sus bellas historias.



Mágica niñez que llenó



mi vida.



Unos buenos diálogos



entre muñecos que arman



una historia.



y los que mueven sus hilos



son casi actores.



Y hacen gritar o sonreír,



o ponerse tristes a los niños



que atentos miran.



Cálidos muñecos hechos



a mano.



Que adornaron mi niñez.








Leticia Teresa Pontoni


©



(la foto es de http://www.sanfernando.olx.com.ar/)

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