JUEGO INTERRUMPIDO



Graciela Lecube-Chavez
 
©  2011


Armado con capa y espada
me escurro por los pasillos
de un imaginario castillo,
veloz, como si fuera nada.
 
Detrás de una cortina
vieja de terciopelo rojo
sale un dragón casi cojo
echando fuego de mina.
 
Las llamas me alcanzan,
me lamen, me envuelven
pero no se conmueven
cuando por encima pasan.
 
Mamá oye mis gritos y corre
en mi auxilio como siempre
lo hace, trayendo en su mano
una varita mágica y me socorre.
 
Me besa, me consuela, abre
las cortinas, el sol en raudales
apaga las siniestras señales...
y todo se transforma, compadre.

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