Graciela Lecube-Chavez
© 2011
© 2011
En junio, en varios países del orbe
se celebra a los niños en su día
como se hace desde antiguo.
Nosotros los traemos al mundo
y nosotros les debemos sustento,
refugio y amor a cada hora
sin perder ni un solo segundo.
Todo lo que se hace a su favor
no basta para lograr el equilibrio
entre el abandono y la necesidad
que los niños soportan con valor.
Para que el Día del Niño se difunda
cada año un poco más, hace falta
más pancitas llenas, más caritas
risueñas y menos dudas profundas.
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