Graciela Lecube-Chavez
© 2011
Madrina Francisca
para todo un refrán tenía.
Si por hacer lo que yo quería
pasaba dolores sin cuento
me miraba y me decía:
”El que quiere celeste
que le cueste” o rapidito
lo cambiaba por éste:
“Sarna con gusto no pica”.
Como yo era un peque,
un peque muy pequeñito,
seguía como si no supiera
lo que decirme quería,
hasta que con sabia picardia
a otro refrán acudía:
“Cuando yo estoy de vuelta,
tú sigues subiendo todavía”.
¡Ay, madrina Francisca,
nunca te pude ganar,
la vida te dio de premio
la profundidad del mar!
Comentarios
Saludos Graciela.
AAV.