Un pollito enfermo



Érase una vez, un pollito enfermo

en un gran gallinero.

Un niño con su amor lo quiso cuidar.

Lo calentó con pañitos en una cajita.

Con cariño y con amor el pollito creció.

Y dejó el dolor del lento crecer.

Y en un gallo hermoso el se convirtió.

Un gallo colorado con grandes espuelas.

Y andaba en el gallinero

muy alegre con su:

¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

Persiguiendo a las gallinas.





Leticia Teresa Pontoni.

© 2010

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