Azael Alberto Vigil
© 2010
Teodora la Locomotora,
alegre viaja de Brooklyn al Bronx.
Pasajeros abordan a cada hora,
rumbo al trabajo, rumbo a San Ramón.
De siete a nueve es la hora pico,
de cuatro a seis resulta lo mismo.
Mañana y tarde fiel a su horario,
sobre rieles avanza con mucho atisbo.
Ahí viene con su ¡Chu -chú! melódico,
avisando su llegada matutina.
Mientras el viento sopla esporádico
y la estación de prisa arregla su tarima.
Teodora la Locomotora,
tiene corazón mecánico y pies eléctricos.
Voz fuerte y trovadora,
tal parece un gusano de hierro ecléctico.
Teodora la Locomotora,
alegre viaja del Bronx a Brooklyn.
Disculpen amigos mi despedida prematura,
pero si no corro, me deja el tren...
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