ANTES DE TIEMPO

Graciela Lecube-Chavez

© 2009



Un día me desperté
creyéndome "teenager"
con tantos signos
faciales que me asusté.
Vello en el labio superior
y cerca de las orejas,
acné en las dos mejillas,
en la punta de la nariz
y en la barbilla también.
Papá me prestó su brocha,
una navajita filosa,
su espuma de afeitar
y orgulloso y emocionado
a ver qué cosa yo hacía
se acomodó a mi lado.
Yo estaba tan nervioso
que casi me rasuro un ojo
y cinco heridas comenzaron
a sangrar, pero nada mejor
que talco y curitas para
contener aquel error.
Mi perra ladraba confundida,
mamá se abrazaba a papá
y yo -casi hombre- me puse
como bebé a llorar.
Volví a la cama contento
de ser el niño que soy,
dejando para más adelante
lo que no es mío hoy.

Comentarios

Anónimo dijo…
Creo que todo niño ha querido crecer antes de tiempo. Yo recuerdo, gracias a Graciela, mi intento a afeitarme la no crecida barba que en si eran unos pelitos rubios y endebles. Gracias Graciela por traer a mi mente esos recuerdos inocentes de mi juventud.
Sigue escribiendo para enseñar a los niños y deleitar a los mayores con esos reecuerdos lindos de nuestra inocente niñez.