Graciela Lecube-Chavez
© 2009
Chelita nació más chiquitita
de lo chiquitita esperado;
nació como una muñequita
con ojitos grandes, aperlados.
Sus cachetitos duplicaban
en colorido dos manzanitas
y su nariz era una cosita sin
perfil por verse achatadita.
Creció como había nacido
de la familia su consentida,
iluminando todo su entorno
por la dicha de ser querida.
Llegó la Navidad y la casa
toda explotó de felicidad
al ver a Chelita bailando
sobre los pies de su papá.
Gira, gira pedacito de cielo,
mientras él teje sus sueños
inspirados en ti, musa pura
de sus más caros empeños.
© 2009
Chelita nació más chiquitita
de lo chiquitita esperado;
nació como una muñequita
con ojitos grandes, aperlados.
Sus cachetitos duplicaban
en colorido dos manzanitas
y su nariz era una cosita sin
perfil por verse achatadita.
Creció como había nacido
de la familia su consentida,
iluminando todo su entorno
por la dicha de ser querida.
Llegó la Navidad y la casa
toda explotó de felicidad
al ver a Chelita bailando
sobre los pies de su papá.
Gira, gira pedacito de cielo,
mientras él teje sus sueños
inspirados en ti, musa pura
de sus más caros empeños.
Comentarios
me recordo la carita feiz
de mi nena bailando sobre
los pies de mi esposo su papa
y a mi esposo lo guapo que
lucia bailando con ella.
me gustaria volver a entonces.