¡A LA MESA!

-Graciela Lecube-Chavez-

Derechos reservados. (Copyright 2008)


A la mesa llamaron cuando la ensaladera
posaron rebosante de coloridas legumbres,
y hasta que la familia entera se reuniera,
entre todas hablaron como de costumbre.

-- ¿Cómo están mis queridas primitas? -
preguntó pizpireta la morada Remolachita.
-- No tan bien como tú-replicó con ironía
un trocito de Sandía, que a todo se oponía.

-- No empiecen, chicas-tronó con embelezo
la voz potente de la mismísima doña Coliflor-
si ahora nos salpican con un rico aderezo
la comadre Lechuga se armará de sabor.

-- Perdonen mis preciosas - dijo don Pepino-
¿saben lo que le pasó al riquísimo Tomate?
-- No, ¿qué le pasó? - fue la respuesta a tono -
-- Que le puso su ojo a un gigante Aguacate.

-- Con lo que me gusta, sobretodo el mexicano
por su textura y sabor. Yo sé mucho de eso -
se dio tremenda importancia un blanco Rábano
sin prestar atención a que se jactaba en exceso.

Dos Limoncillos Verdes y Miss Aceite de Oliva
matizaron la reunión con tremenda pretensión.
Pero el alboroto acabó entre la familia de divas,
cuando Miss Sal se topó con Picosito Pimentón.

-- Basta, mis legumbres alborotadas-- cansado
interrumpió Queso Molido, el súper astro
de todas las mesas, que por estar tan rayado
de Ensalada haría un ejemplo indocumentado.