Como la letra E mayúscula se convirtió en F

Por René Colato Laínez
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Hace muchos años cuando solo existían las vocales, la E tenia una gemela idéntica. Eran conocidas por las otras vocales como las hermanas E y E. Por la mañana jugaban con la A, I, O, U. Por las noches las hermanas E y E se sentaban a ver las estrellas. Estaban muy contentas que las estrellas comenzaban con la letra e. Aplaudían con muchas ganas cada vez que las estrellas destellaban en el cielo para ellas.

Pero una de las hermanas E, le gustaba correr mucho en el campo con los ojos cerrados.

Su hermana le decía –Ten cuidado hermana, para que no te pase nada. Abre los ojos para que no choques con nada.

Pero la letra E le contestaba- No me pasará nada. Cuando cierro los ojos y corro, siento como si tuviera alas y volara en el cielo.

Un día las hermanas E y E se fueron a comer al campo. Comieron elotes, ensalada y espinacas. Su comida favorita también comenzaba con la letra e. Después de comer la letra E que le gustaba correr, cerro sus ojos y corrió libremente por el campo.

-Ten cuidado hermana- le dijo su gemela, la letra E.

Pero la E corredora estaba tan feliz y tan lejos que no la pudo escuchar. La letra E corrió entre girasoles, árboles llenos de manzanas y flores de muchos colores. De pronto sintió que algo la jalaba hacia abajo. Cuando la letra E abrió sus ojos se dio cuenta que había caído en un hoyo. Su patita de abajo le dolía tanto que solo se quejaba diciendo el sonido- FFFFFFFF. El mismo que se hacemos cuando inflamos un globo.

Su hermana gemela fue en busca de ayuda. Entre todas las vocales lograron sacar del hoyo a la letra E. Pero ya no era una E, era una letra F, pues había perdido su patita de abajo. La F se fue brincando en una pata, mientras era ayudada por sus amigas.

Desde entonces nadie confunde a las hermanas gemelas y de esta manera nació la primera consonante la letra F. Mucho después las vocales se encontraron a las demás letras que forman hoy el alfabeto en español.