Sueños y juegos de niñas





Cuando Zulma duerme,

sueña en la intensa oscuridad,

de una noche jóven, que acaba,

y un exquisito olor a kiwi envuelve el área.



Llega Wendy, del alba a la mañana.

Mirando está desde la altura,

del cielo que las separa,

y los colores del iris atando sus zapatos.



Surge Xenia de una excelsa nube,

que la acuna y la mece,

en el suave y dulce azul,

del celeste espacio.



Traspasan ellas la increíble atmósfera,

y ven con gran desgano,

que tienen que regresar,

¡Ya es de mañana !



María A. Pérez Santiago
escritora invitada

Derechos reservados. (Copyright 2008)

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